La historia de Max

Mi cumple 21 no fue bueno, mi cumple 22 fue meh, mi cumple 23 esperaba que fuera LA gran cosa.
Lo había re pensado, el día de mi cumpleaños ir a trabajar y festejarlo ahí, ir a la facultad y festejarlo ahí, llegar a casa, pasarlo en familia, tranqui cenando en algún lugar que yo elija. Me gustan los festejos, la alegría, el compartir y todo lo que conlleve.
¿Quién iba a pensar que el día resultaría ser como resultó?

Max unió a todas estas personas en pocas horas.

El saludo de cumpleaños en casa suele ser a las apuradas si cae día de la semana, todos con horarios distintos y cosas que hacer. Me saludaron y salí con una torta al laburo.
Ahí me saludaron, trabajé y salimos para almorzar a Burger. No soy muy fana, pero varios querían ir así que... Físicamente, tengo uno que está a 20 metros. Nada. Comimos, charlamos de cualquier cosa. Todo como un día normal.

Nos estábamos por ir y había dos perros. Los saludamos con varias de las chicas a lo "houuulaaa coshitaaa", y caminamos hacia la oficina.
Me doy vuelta y veo que uno se quedó y el otro se levantó y nos empezó a seguir. Me empecé a alejar y meterme entre el grupo.
Íbamos a pasar la primera puerta de seguridad, y el perro seguía detrás. El guardia lo quiso frenar cerrándole la puerta. Claro, el perro, más vivo, pasó por debajo del poste donde pasan los autos.
Nosotras no nos dimos cuenta hasta casi llegar a la segunda puerta, la del edificio. Es de esas puertas del estilo supermercado, que son sensor de movimiento se abren y se cierran. Entramos rápido, cosa que el perro no nos persiga y la puerta se cerró. El perro justo había puesto la trompa y se le cerraron en el hocico. Me partió el corazón.

Con dos de las chicas nos volvimos, no pasamos el molinete. Los de seguridad nos pidieron que saquemos al perro porque no le daban bola. Salimos con las chicas y una de ellas de acerca a acariciarlo y mimarlo. Yo me alejé un poco y lo miré. El perro me miró y se me vino encima.
Me alejé un poco más y me siguió. #Crap
Ya eran las 14:15 hs.
Una de mis amigas sugirió que probablemente me estaba siguiendo a mí, no al grupo. Decidimos ir al río para que vaya por ahí a "correr feliz y que sea libre, total está lleno de gente".
Empezamos a caminar sin darle mucha bola y el perro igual feliz, al lado mío, saltándome y moviendo la cola. LA emoción.
¿Dónde estaban sus dueños? ¿Por qué está solo? Se lo veíade a ratos tristón, buscando... Estaba un poco sucio pero no tanto, como si estuviera en la calle hace pocos días.

Tras un par de cuadras, siguió de largo y me quedé, sigilosa, detrás de un auto, escondida. Cosa que no me vea y ahí poder irme. No duré ni 2 segundos que se dió cuenta y empezó a buscarme. Duré nada, que corrió a la vuelta del auto y me encontró. No había forma. Caminamos 15' y me siguió.

Volvimos hacia la oficina, en el afán que no pasara lo mismo. Guess what? Exactamente la misma parodia con los guardias pero del otro lado.
Me metí aunque me pusiera cara de perrito mojado a través del vidrio.
A los 20' llegó un mail de recepción a ambos edificios (ni siquiera a sólo la empresa donde trabajo):
El 26 de octubre de 2015, 15:19, Master-Office <master-office@fibertel.com.ar> escribió:

Estimados, Buenas tardes

Informamos que el portón de cruz permanecerá cerrado para el ingreso/egreso de autos, esto es debido a que se metió un Canino al complejo y no hubo forma de que se alejara de las inmediaciones.
  
Me llamaron al toque para que "baje y me encargue". ¿De qué? ¿Cómo?
Bajé y salí al estacionamiento. #FIESTADelCanino
Le pedí a uno de los chicos que consiguiera comida para perro, que no había comido al menos desde que me siguió, y de paso, para que amara a quien le daba la comida, no a mí.
Así hicieron, esperamos a que la trajeran, junto con agua, y apenas se alejó para comer, me fui corriendo. Sólo por dos segundos no me alcanzó. Había dejado de comer apenas escuchó mis pasos y vino hacia donde estaba.

Volví a entrar, renegada ya. Lo vi dar vueltas al edificio, buscando. Subí, y seguí trabajando, esperando que sean las 6 y que se haya ido.

En el interin, yo trabajaba una piba #ReBichera. Se creía la Angelina Jolie de los perros. De la nada, el perro era SU "proyecto" y tenía que encontrarle casa. Me recomendó qué hacer, me dijo que se lo iba a llevar ella a su casa y todo. Le parecía flashero que sólo a mí me siguiera: "no puede ser, ¿por qué a VOS?". #CálmeseSeñora
Otros me decían: "quizá te parecés a su antigua dueña". ¿Los perros acaso no huelen a las personas? ¿No tenemos cada uno un olor particular?
Esta piba después sugirió que "quizá es la reencarnación de alguien que conozcas que haya fallecido, alguien que te quería mucho y que vino para quedarse con vos". #Miedo.

Bajé 18:15 con suma curiosidad, pero tranqui. Me asomé por una de las puertas y vi a lo lejos que estaba dando vueltas en la esquina, con una señora que le había llevado comida. Me alegré y salí de la segunda puerta hacia la calle, con dirección a la facultad.
En algún momento se ve que me vió y no llegué a hacer 10 metros que ya estaba ahí, saltándome devuelta, dando lametazos a lo loco y moviendo la cola de alegría.
¿Qué le pasaba?
En la otra esquina, estaba viniendo la piba esta rescatista con comida para perro, intentando llevárselo a su casa. El perro ni se inmutó, no le dio bola. La piba hecha una furia. Me despedí y seguí a la facultad.

Durante todo el trayecto, el perro nos acompañó a mí y una amiga. Llamé a mi vieja para contarle y le mandé un video #AoVivo del asunto. Claramente, me dijo que "NO, no, no, perro nuevo, no".
Llegué a la facu a las 19:00 hs., me saludaron en la puerta por mi cumpleaños y pedí al bedel si me daba un cacharro con agua para el perro. Pobre, estaba sediento.
Mientras, mis amigos me dijeron que deje de decirle perro y que le ponga nombre.
"Max". Le quedaba bien.
Entré a clase y Max se quedó en la puerta, esperando por 2.30 hs.

Ya eran las 21:30 de la noche. Mi viejo, con quien me estuve mensajeando en clase comentándole la situación me esperaba afuera. Lo que no sabía era que hacía 20' estaba en la puerta viendo al perro, y enamorándose un poco de él también.
Salí, saludé a Max y nos dirigimos hacia mi viejo. Desde la ventana le dije que no lo podía dejar ahí, que estaba por llover y era inhumano después del día que pasamos. Me dijo que no, abrí la puerta del auto y Max se subió de una. Imposible decirle no a esa carita.
Volvimos, bajamos los 3 del auto y mi vieja sorprendida le dice: "¿no era que "no, no, no, perro no"? ¿Te ablandaste?".
El gordo, mi perro (Nick), lo miró un tanto asustado. Se olfatearon, dieron vueltas y cada uno se fue por su lado. Max estaba feliz en casa.
La cena, por su parte, estaba por empezar en 15'.
Subí, me cambié y mientras se escuchaba ladrar a Max a las escaleras que quería subir conmigo. Imposible. Bajé y devuelta a los lametazos.
¿Qué me vio? ¿Por qué a mí y no a cualquiera de todas las del grupo que también lo saludaron?
¿Qué era ese afecto en abundancia hacia alguien a quien no conoce? ¿O me conoce?
¿Y si #LaBichera tenía razón?...¿Abuela?
Nah. No creo. Pero sí creo en el amor a primera vista. Fue algo muy fuerte, muy único, muy de película. Y con un perro.

Al final ese día no salimos por temor a cómo se portarían ambos perros solos. Traté de dormir en el sillón, vigilándolo a Max, que cada tanto venía a pedir mimos o miraba mucho a Nick.
Lo último que pensé fue que es el primer año que nadie me cantaba el feliz cumpleaños ni tenía una vela para pedir deseos. #Creciendo

Al día siguiente fue un suplicio salir de casa y dejarlo, que me seguía a todos lados. Por la mañana me encontré con mil quinientos lugares para ver qué hacer con Max, a dónde llevarlo, etc.
Justo empecé a hacer un par de flyers con su foto, locación y todo hasta que me frena uno de los ingenieros de la oficina.
Lo miró y me dijo que lo vio ayer en la entrada y se había enamorado. Se parecía a una perra que tuvo él que había fallecido hacía un año. Me preguntó si yo me lo iba a quedar y le había dicho que era imposible en casa tener 2 perros. Llamó a su mujer. Cortó, sonrió y me dijo: "si querés, lo puedo tener yo. Realmente es muy lindo. Y me enamoré".

Esa tarde pasó a buscarlo por casa. Preferí no estar para que se junten sin problemas, y de paso no sentir ese desprendimiento de amor canino.

Hoy Max ya no es Max sino que tiene otro nombre, otra familia que cuidar y amar, y otra vida que vivir.
#MambitoDiario de otro universo

1 comentario:

  1. Pobre Belu se quedó sin velita ese día, pero trajiste al perro a casa! !!!
    Y buehhh todo en la vida no se puede, te saliste con la tuya en traer a Max y que durmiera bajo techo esa noche y después le conseguiste un hermoso hogar, pero vos te perdiste el festejo que se había programado afuera!!!
    Eso son cambios de planes! !!
    Y mamá tuvo que cuidar al día siguiente a Max que después que te fuiste, lloraba y te buscaba por todos lados! !!!

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