Síndrome del Burnout

Ese momento en que sentís que tus neuronas dejaron de hacer sinapsis.
No importa cuán alto sea tu coeficiente intelectual, nadie puede escapar al boludismo genético con el que nacemos todos. Porque viste que ya estamos a fin de mes, en la segunda etapa del año, todo cuesta más, es más pesado y te terminás quemando. (Y por qué no, te querés ir a la M)

El síndrome del #Burnout llega cuando menos lo esperás, y de la forma más idiota posible.
  • La típica, perder la birome...
-Che, ¿y mi birome? 
... En el cosito, de costado tampoco, con el cuaderno tampoco...
-¿Quién se llevó mi birome? Dale, ¿QUIÉN TIENE MI BIROME? SON TODOS UNA MANGA DE CHORROS, ¡NO LO PUEDO CREER! RATAS, DEVUÉLVANME MI--
Ah..acá estaba...detrás de la notebook..ok...
-Bueno, si la ven, avísenme, ¡acá me agarré otra!
Una cosa es saberse pelotudo, otra es admitirlo
 la vida
  • Perder mágicamente el celu
El otro día le pasé el celu a las chicas de la facu para que stalkeen a un pibe, porque decir "es un amor", "tiene cara de bueno" y "para mí es lindo" hoy en día no es válido. Necesitamos pruebas que corroboren una posible distorsión de la realidad. En cuanto se los dí, como no hablaban, me empecé a aburrir, mirando la nada.
Quise agarrar mi celu para entrar a Twitter, y no lo encontraba. Levanté los apuntes, las fotocopias, la carpeta. Lo empiezo a buscar en mis bolsillos, en la cartera....crisis. ¿Dónde carajo dejé el celu? ... lo busco en el bolso de la facu y no está. Miro el piso por si se cayó y no lo escuché. Nada. Taquicardia.
En eso le digo a las chicas: "Ay boluda no encuentro el celu!! LPM! Lo vieron?" Giro para mirarlas y ahí entendés, cuando en tu cabeza se escucha como un click, en que caés en lo boludo que podés llegar a ser. QUEMADÍSIMA

-Ay pa, no encuentro el celu en ningún lado.
-¿Revisaste tu cartera?
-Sí, sí, no está.
-Bancá que te llamo a ver si lo ubicás
-Dale, dale..
Ring, ring..
-Lo encontré!!
-Viste?
-Ay, justo! Tengo una llamada perdida, qué cagada.
-Eh...soy yo. Me pediste que te llame, boluda.

#RelajáAmeo
  • Porque quién no estuvo tan quemada de:
-Boluda, perdí la cartera.
-¿Qué?
-Que perdí la cartera. Me mato. Tenía todo, ¿entendés?. Las llaves de casa, el celu, la billetera, las tarjetas, el registro, ese esmalte divino que me trajo mi viejo, ¿entendés? CRISIS
-...
-¿Qué te pasa? ¿¡¡¿Por qué no me ayudás a buscarla?!!?
-La tenés colgada del otro lado...

  • Creernos cualquier cosa... La cantidad de tiempo que perdimos mirando y discutiendo sobre el vestido, a ver si era azul y negro o blanco y dorado

  • Cuando te das cuenta que hacés preguntas boludas, por qué no...
-¿Che, Cami?
-.
-Pssss...¡Cami!
-¿¡¿Qué?!?
-¿Estás durmiendo?

-Bel, perdíla tarjeta de crédito, ¡me quiero matar!
-Ay, ¡no, Barbie! ¿Dónde la perdiste?
-...y si supiera...la tendría, ¿no?

  • Burnout en la calle, de saludar a alguien que te saluda, preguntándote quién carajo será y de dónde podés conocerlo/a, y se termina saludando después con el flaco que estaba detrás tuyo, también saludándolo/a. #QuemadoDeLaVida

  • Burnout de pc, en ese momento crucial que mandás un mail importante (podría ser tu CV), le clavás un mega texto y el "te adjunto el archivo", lo mandás orgulloso/a, y te das cuenta que no adjuntaste nada. "Perrrrfectoou, enviado. ... ¡Ay, la concha de la lora, no adjunté!"
El viernes pasado era todo junto. Llegué tarde porque no encontraba los anteojos en ningún lado (ergo, en la calle veo todo borroso). Busqué cartera, bolso, bolsillos (?), escritorio, cama, cocina, comedor. No estaban. Recapitulemos...fui a la oficina, después a la facu, después a un after, después en casa. Antes de la facu me los saqué, los puse en el estuche y después en la cartera. ¿Se abrá caído en la calle? No creo, no saqué nada. ¿En la facu? Puede ser...pero ¿por qué? ¿En el bar, cuando saqué la billetera? LPM. Terminaron estando en la oficina, nunca lo guardé en la cartera, quedaron ahí en el escritorio.
Después, como soy metódica, cuando llego, dejo todo del lado derecho, y la cartera del lado izquierdo, y tomo 2 vasos de agua. #EsDeTOC
Como estaba apurada por llegar tarde dejé todo del lado izquierdo, junto con el vaso. Agarré, revoleé todo a la derecha y en eso voló todo el vaso, lleno, empapando el escritorio y la alfombra.
Cuando sequé todo, me doy cuenta que no encontraba la llave de los cajones, que guardan mi pc. Desesperada buscando, haciendo memoria, no estaba. Supuse que los dejé en un bolsillo del pantalón del día anterior. Pedí en recepción otra copia, me la traen y justo cae el de limpieza.
-Bel, esto es tuyo?
-Ay, sí, Julito! ¿Me la estabas escondiendo?
-Eh...no. La tiraste ayer a la basura, de casualidad vi el llavero que tiene colgado...

 #Crap

Obvio que no sólo te acompaña el boludismo, sino también el delay, las lagunas y las colgadas:
  • Cuando alguien te saluda afectuosamente y vos no tenés ni la más pálida idea de quién es..
-Ey, ¡Mario! ¿Cómo andás tanto tiempo?
"¿Quién carajo será?... ¿De dónde? ¿DE DÓNDE? Fuck...tarde".
-Ey! ¿Cómo andás...flaco?

  • O versión oficina, claro.
-Bel, cómo venís con la presentación de mercado?
"Mierda, tenía que hacer la presentación! No me pisdas que muestre avances, no me pidas que muestre nada"
-Bieeeeeeen. Lo estoy terminando de tunnear
-Bueno, si querés nos juntamos mañana y lo vemos!
-Dale, dale. "LPM!" #AlOven

Y por qué no el delay de la humillación callejera: darte cuenta que tenés la bragueta abierta.
"Ay, no. La concha de la lora. ¿Hace cuánto está abierta? ¿Qué hice hoy? ¿A quién vi? ¿Dónde estuve? ¿HACE CUÁNTO ESTÁ ABIERTA?"

Tranqui, nos pasa a  todos. No estás choto/a. Sólo tendrás algún #MambitoDiario
Por qué no pensás que ya estás pasado, y te tomás un día, un domingo, para vos.
O por qué no, unas buenas vacaciones.
 
RELAJÁ y desenchufate.

Loca por las compras

A fin de no sonar materialista a full, considérese este post como un descargo de un tema común en una charla cualquiera por teléfono, de oficina, en la facu, o cualquier lado donde dos flacas se junten.
Y es que sí, un gran porcentaje de las personas (especialmente las mujeres) tenemos un gen que nos hace ADICTAS.

Ya Madonna lo venía diciendo y le dijimos "¡Paraaaá exagerada!" Pero no.




Quizá la palabra "ahorrar" en sí, significa guardar plata. Para nosotras, es haber encontrado un ofertón, como puede ser un 35% en botas.


Salir de compras, podría ser sólo para comprar lo indispensable: 1 remera, 1 jean y 1 camisa. Quizá no la chalina floreada, que combina con collar y pulseras divinas, y un nuevo saquito con lentejuelas en el hombro, y por qué no una mini negra que combine con un top en verde.

#MalditoCambioDeTemporada



Se puede considerar como ejercicio inclusive…Cuando miramos los percheros de los locales, vuelvan a velocidades increíbles, mientras tenemos un sensor que  nos hace detectar algo que nos gusta aunque estemos con los ojos vendados. ¡Es ejercicio en oro para los dedos!
El tema es que comprar no siempre es tan fácil. Quizá para el metódico (y lo más fácil y organizado del mundo) sería:
  1. Necesito algo, lo busco, lo encuentro, lo pruebo, lo compro. Punto.
Pero no, la vida no sería tan linda si no la complicáramos un poco. Porque hacer compras es una terapia, es darnos una recompensa por haber bajado esos 2 kilos jodidos, un autopremio por el buen laburo que venís haciendo, es relajar  y hacer terapia, es ese evento que se viene que tenés que ir DIO-SA. #PorqueYoLoValgo
Entonces si partimos de esta base, el esquema para ir a comprar desde la base empieza distinto:
  1. No necesito un joraca, pero me autoconvenzo que sí necesito algo
  2. No sé qué necesito pero lo necesito
  3. Lo busco en local n°1, lo encuentro, lo pruebo
  4. Lo busco en otro local, por las dudas. Lo encuentro, lo pruebo.
  5. Vuelvo al primer local, me lo vuelvo a probar para ver si algo cambió en la media hora desde que me lo probé la primera vez. Le tiro a la vendedora la gran "me doy una vuelta y vuelvo cualquier cosa".
  6. Entro al local n°3, veo otra cosa que me encanta. Lo compro. Me voy con un top divino rayado. Todavía necesito ese pantalón bordeaux por el cual vine de compras.
Ojo, puede pasar incluso que decidas volver a local n°1 y ya lo hayan vendido... #LeyDeMurphy

Podés estar todo un día pensando y maquinando:
¿Por qué no me compro ese jean que está divino? Ay, pero necesitaba una remera que combine (¡porque obvio no tengo remeras!) y claro, me falta un sweater, así que seguimos por eso...
Es como que si no tenes todo el set, ¡¡no da!!
El tiempo vuela. Groso.

¿A quién no le ha pasado igualmente llegar con eso nuevo que te compraste, probártelo y sentir que te queda como el culo? ¿Será que la ropa sufre una transformación en el trayecto del local a casa o los espejos son una mentira? (Ni hablemos de los espejos de los locales y lo que hacen con nuestra autoestima...)
Tener memoria a corto plazo, cual Dory de Buscando a Nemo genera confusión, pérdida de identificación de artículos, y consecuentemente, más compras.
-Necesito una remera blanca básica para este pantalón negro
-Pero...¿no tenés puesta una remera blanca básica ahora?
-Eh...no. Tiene que ser de una tela linda como para salir.
-¿Como la que te regalo tu abuela en Navidad?
-...
-...?
-Claro, como esa. Pero con las mangas básicas, sin la marca al costado en negro.
-¿Como la que te regaló Mari en tu cumple?
-¡Claro! ¡Como esa! Pero otra...
La mina del famoso vestido seguro le dijo al marido "este vestido es blanco con dorado, y el otro es azul con negro. ¡¡¡No es lo mismo!!! ¿No ves?”.

Fin de mes, época en que llega el resumen de la Visa...Temible. Es casi como hacerte un electrocardiograma...¡si no morís cuando ves el número es que
 andás bien del cuore! Y nada más lindo que la frase: “cuotas sin interés”...¡¡entonces me lo llevo el rojo y en verde!!
Según Tim Gunn, gurú de la moda, una mujer debe tener en su placard 10 elementos básicos:
  1. Vestido Básico Negro
  2. Un vestido para el día
  3. Una camisa clásica blanca
  4. Un Blazer clásico
  5. Un pantalón de vestir
  6. Un tapado
  7. Un buen par de jeans
  8. Una pollera
  9. Un sweater de Cashmere
  10. Una alternativa al conjunto deportivo
Entonces, es lógico que mínimo juguemos a complementar nuestros básicos.

Pero claro, una quiere ser distinta, ser mejor, ser ese diferencial, lejos del #Minitah. Entonces caés en lo que decimos la compra INTELIGENTE.
No lo necesitamos hasta que lo vemos en OFERTA... "¡Lo necesitooooooo!” Los locales ponen el 20% a propósito, saben que somos débiles y vamos a ir. Necesitamos alejarnos de las vidrieras y de las tiendas online.



Porque hay muchos tipos de adicciones, ¡o varias combinadas!:
  • La compradora que no tiene ni tiempo ni plata y se la pasa mirando que comprar por Internet.
  • La que tiene adicción online, llena el carrito de mil cosas, y antes de cerrarlo se da cuenta que está por gastar más del 50% de su sueldo en cosas que realmente no necesita y cierra rápido la página.
  • La q encarga por catálogos sólo por comprar algo. O la q compra dos veces lo mismo para tener de repuesto (cosas como maquillaje).
  • La adicta a las promociones, sale, ofertas, esas cosas q te compras de fin de temporada y al final terminan guardadas en fondo de un placar, porque no encontrás ocasión para usarla, y se termina pasado de moda o se tornan innecesaria sólo ocupan espacio!
  • También está la mujer que quiere descuentos y tiene todas las tarjetas y promos
  • La que no le da el sueldo y hace pagos mínimos
  • La adicta vergonzosa, esa que llega a la casa y mete una bolsa, dentro de otra bolsa, con otra bolsa que cubra las 4 bolsas extras de compras. #BolsaDeBolsas
  • Las que se recorrieron todo el local, la compradora es divina y te da cosa decirle que no, entonces tirás la gran “¿Hasta qué hora están abiertos? ¡Daaale me doy una vuelta y vuelvo!”
  • La impaciente, esa que lo necesita YA y AHORA. “Dejá, lo llevo puesto. Sólo dame la bolsa para lo que tenía antes”. Loca.
  • La que estrena todo rápido, fuera del local. “Che, ¿ya te vas a poner la campera nueva? ¿No te parece que hace calor?” “No, no. Ya se está por pasar el frío y la tengo que usar. De última me pongo una musculosa abajo”.
  • La que se deja convencer fácil. “Ay, es que no sé…” “¡Pero si te queda DI-VI-NA!” “Ay, ¡sí! ¡¡Me la llevo!! <3”. #Sumisa50Sombras Cuándo no llegás después a tu casa, lo ves y te queda cual matambre.
  • La paranoica, que va a su local de preferencia, con algo de ese local, mira y dice “como la que tengo yo!” …”Mirá si piensan que me la choreé.
  • La masoquista, esa que no tiene un mango, pero cada cosa que ve que le gusta por Facebook, aún sabiendo que no te lo vas a poder comprar.. ¿será que tenemos la ilusión que nos digan que unas botas salen 50 pesos?
  • La enamoradiza, la que le encanta TODO. Y siempre te va a gustar a mitad de mes, cosa que quedás en bancarrota. Porque no es "quiero" X cosa. Ya pasamos al "necesito": Necesito una nueva cartera para trabajar" "es que necesito una blusa para el evento" "no tengo un pantalón básico diario negro, necesito ya ir al shopping". El secreto como verán es cambiar: quiero por necesito.
Para nosotras, la frase por excelencia fue, es y será: "¡NO TENGO NADA PARA PONERME!" #CosaDeMinas
¿Y a quién no le gusta jugar a ser Julia Roberts en Mujer Bonita?
(Obvio, nos falta el Richard Geere que nos haga de sponsor...)


Hablando de las compras y el amor…(?)
Pensaron en los pobres novios/maridos que son maltratados día a día por el "¿TE GUSTA COMO ME QUEDA AMOR?"... Ahí tenés que tener cuidado en responder, y si no das una opinión terminada, corré.
Está la adicta, la "me cago en tu respuesta". Aquella q tiene este diálogo con su pareja:
- Amor, ¿cuál te gusta? ¿Rojo o verde? 
- Rojo
- Ah, a mi me gusta el verde.

Siempre estará el fiel compañero de ellos, el bendito sillón. Ese que les sirve para apoyar el culo y descansar las piernas tras horas de intentar seguirte el ritmo por los mil probadores y los mil cambios. Lo aman.

Otra que podría pasar es cuando te probás algo con tu novio/marido y te dice: “¿y eso? ¿para qué te sirve?”
La respuesta es clara y sencilla querido…: “Para una noche de calor, pero no calor súper extremo, tipo con brisita y vamos a la previa pero no al boliche, y es en una casa pero que tiene terraza, y entonces ¿te acordás esos zapatos que me compré el otro día? Bueno, re iría con esos también, ¿entendes?”. Le planteas tooooda la situación, los escenarios posibles, cosa de convencerlo, y claro, convencerte.
Peeero, no todo es ropa, zapatos, carteras y joyas. Pasa en la verdulería, el súper, la farmacia, la ferretería... No hay lugar que se escape a una loca por las compras, siempre hay algo por comprar.
¡Pero qué viva el gremio de las adictas carajooo! (¿Habrá centros de rehabilitación para esto?) 


La histeria, más trending que nunca

El otro día estaba viendo Game of Thrones, tarde. Recién terminé la temporada 3, sólo porque lo que está de moda no me suele copar, hasta cuando ya deja de ser moda, y es algo más del montón. ¡Qué pensamiento idiota! Pero es lo que hay, chup it.

Pero mientras veía que aparecía un nuevo personaje, intenso, musculoso, pelo largo, del desierto de X lugar fantástico, pensaba en su mirada y cómo ésta puede transmitir exactamente lo mismo que un chamuyo de Whatsapp.
#Keeé
Posta. Él miraba a Khaleesi bajando un poco el mentón, pero con los hombros anchos. Se miraban fijo a los ojos, con pasión, como diciéndole mil cosas sin emitir palabras. Locura.
No me spoileen, pero es obvio que van a terminar juntos... (o no, yo pensaba que era re obvio que los buenos ganan siempre, pero los están matando a todos. No sé si es la realidad o sólo ficticio)
Pero no era que llevaba a algún fin, era parte de la conquista, del juego, del histeriqueo.

Y ahí me puse a reflexionar sobre todas las parejitas de la serie.
Dos se conocen en plena guerra, ella amorosa a full curaba heridos, él, futuro rey. Empezaron mirándose mucho, él se acercó, ella le echó flee, él se volvió a acercar, empezaron a hablar, se conocieron y ZAS, casamiento.
Otros dos, él pertenecía a un clan, ella al rival. Los atacan, él no la puede matar, ella lo maltrata, él la sigue, él queda prisionero por gil, ella lo maltrata, él se "convierte", ella lo boludea y se burla de sus costumbres, ZAS, se aman.
Otros, él es un sorete, ella cae por el galán del hermano a casarse con él. Igual ella es re pilla (maal) y sabe manejarlo. Él se hace el mirá que machote soy, ella se hace la gran "wow, todo lo que hacés es genial", pero ni se come el verso. Él se enamora posta, ella lo está usando. Se van a casar igual, creo, estimo en la temporada 4.
Wee. ¿Te conté todo? No. Mirala, dale que está buena.


Pero pensalo, ¿cuántas veces histeriqueaste o te histeriquearon así?

Qué se yo, me di cuenta que desde la base, en la vida, también se histeriquea, se da vueltas, se busca el ida y vuelta, se seduce. ¿No? (ver post de "Buscar trabajo...")
Histeriqueas para conseguir laburo, pedir un aumento, organizar una salida de amigas, decidir con tu pareja dónde salir a cenar, con vos misma sobre lo que querés mostrar según la ropa que te pongas, etc.

Quise empezar por la base. Entonces, ¿qué es el histeriqueo? En el afán de ver qué era, me di cuenta que es un concepto muy a libre interpretación, ya que para lo que a mi persona le parece "histeriqueo", a otra quizá no. Fui preguntando, y todo resulta que todo es válido (
ah re que me confundió más).

Para algunos es no saber qué querés. Acá se ve mucho con la asociación al síndrome de la Gata Flora, que hace al #Gataflorismo
Para otros, puede ser que un mini histeriqueo sume al principio del chamuyo, porque si el otro es totalmente directo, no va. Si tienen el mismo nivel de humor y sentidos, sirve, sino todo le va a parecer histeriqueo mal. Desde el deseo, la seducción, sería un buen histeriqueo. Puede haber niveles de histeriqueo que deberían decrecer gradualmente con el tiempo y tienen que usarse en puntos específicos.
Algunos dicen qué no es: no es histeriqueo si no te lo/a querés..."bajar". Si es hablar sin ese fin pero con cierta ironía y cancherismo y mucho doble sentido, es solo hablar, como amigos...claro. Éste lo asocio con la teoría del pibe/a que está de novio/a Pero sigue mandando el mismo tipo de mensajes que cuando estaba soltera/a, con el afán de mantener el "still got it". Van por la conquista en sí,  no necesariamente por el premio.
En cambio, para otros es cuando dos buscan un objetivo en común pero el otro después se arrepiente o no quiere y empieza a dar vueltas cual calesita.



Creo que en parte puede ir por la parte del juego, del ida y vuelta, del "quiero pero no quiero, sí pero no", "quiero que haga esto pero si lo hace por qué no lo hizo". 
Es nuevamente el gataflorismo, pero se debería ir transformando, en maduración, saber qué quiere uno, los por qué de las elecciones. Es parte del chamuyo que uno hace,  bajo ciertos convencionalismos quizá que va probando si garpa o no. Como todo chamuyo, lo vas modificando con la edad, las sutilezas son cada vez mayores mayores y de apoco lo ideal es ir transformando ese chamuyo en un "le estoy hablando directo" o un "creo que  no sé chamuyar porque le hablo sin filtros".
Por otro lado, el histeriqueo, se podría asociar quizá a la picardía: las miradas intensas, la voz de atracción poderosa, las palabras cargadas de pasión, las sutilezas, los roces accidentales, etc...
Para la persona histérica, lo fundamental es seducir y para lograr este fin, ¡todo vale!.

Entonces, queda la pregunta latente: ¿la persona histérica es así porque quiere, o es la sociedad la lleva a adoptar esta nueva 'moda'? Muchos, sin embargo, ya lo consideran un mal necesario. (Ver "...histeria asegurada")
Una charla predefinida por mensajes, que van, vienen, mirar las horas, ver el estado si está en línea o no, ver otras redes, en qué anda, dónde sale, qué cosa pensar de modo que el cope lo que le digo, que si me la sigue que no se zarpe, si no me la sigue es un ortiva...

Tengo otra de mis amigas que me contaba que en su época (hablemos casi una década atrás) el histeriqueo no se vivía como ahora. El tema que estés toda una semana hasta que se vean, o semanas, histeriqueando por celular, no estaba. Todo era más directo. Llamado va, llamado viene, "¿querés salir?", sí, no, fecha, listo. El hecho que los medios y las formas de comunicación se hayan ampliado tanto ayuda a que siga pasando, por la libre interpretación y por el hecho que está ahí.

Hoy podemos decir ya que la moda del histeriqueo no es sólo un género, no es sólo #CosaDeMinas
A una de las chicas un pibe la histeriqueó en una fiesta no queriendo nada, pero inhabilitando al resto para que ella no quiera nada con nadie.
Otro un día quería hacer de novio, al otro que se colgaba con todo y también con las relaciones, que ni él sabe lo que quiere.
Otro, que like va por Instagram, like viene, se empiezan a hablar por Wapp, arreglan que ambos quieren salir, ella propone fechas, él le da mil vueltas pero insiste en que quiere verla. Nunca se vieron hasta el momento.
Otro pibe un día le habla a ella, ella contesta al toque, él la cuelga una hora, ella contesta, él la cuelga tres horas.
#HisteriqueoModeOn

"Valiéndose de sus dotes naturales él sabía engatusar a una joven hasta atarla a su persona, sin preocuparse más tarde de poseerla en un sentido estricto. Sabía llevar a una joven hasta el punto en que estaba seguro de que habría sacrificado todo por él. Llegado aquí, cortaba todo, sin hacer la más mínima alusión al motivo, sin una declaración o una promesa", Diario de un seductor, Sören Kierkegaard.

Tengo una amiga que me tiró una de sus postas del día:
"Si ven que no sos histérica, necesitan ser ellos los histéricos de la relación, como para que haya equilibrio".
¿ENTENDÉS? ¡Qué estrés!
Tengo otra amiga con arritmias. Puede ser por estrés. Otra que tiene glóbulos rojos bajos pero no llega a anémica, puede ser por estrés. Tengo otra que vive contracturada, es por estrés.
Mi consejo boludo a la primera fue "pero vos te estresás por todo, relajá, no te estreses..." #HippieModeOn

Pero después me quedé pensando...¿cómo podemos vivir en una sociedad sin estrés si cualquier cosa eleva los niveles? ¿Por dónde empezar a recortar?
Cuando querés ver "the bigger picture" (ver el panorama completo) de la vida, algo de todo esto tenés que recortar.
¿Y si fuera el estrés por histeriqueo?
¿Cómo empezaría todo? Si quisiera tener una conversación normal, directa, sin pensarla mucho sino que sea espontánea, ¿hace también al histeriqueo incluso cuando sepa qué quiero?
¿Perdería la magia o sería menos romántico? ¿Sería todo más directo o todo más empalagoso?

Si cortamos el histeriqueo, ¿qué nos queda?

Sólo otro #MambitoDiario

Fiesta de Disfraces

Digamos que me tomé una semana de vacaciones mentales...but I'm back! 
El otro día tuve dos eventos claves, ambos el mismo día. De día tenía que mostrar alegría, motivación, contagio, ganas, carisma, y derivados. De  noche, seguridad, sensualidad, buena onda, "ganas de divertirme", y derivados propios a la noche y la joda.

Fue agotador. Física y mentalemente. Y me dio a la reflexión...¿y si la vida fuera una fiesta de disfraces?
Te invito a pensarlo en cada etapa de tu día, tu semana, o tu vida.

Cuando se presentó el tema de la colecta, ya sabía que necesitaba mostrar, hacer y transmitir. Me resulta fácil: es ser yo pero AL MANGO. Cebada. Sacada. Extremo. Pero sin pasar el límite de ser pesada o densa. Sin jedearla. Cute but not that much. El tema es sostenerlo, por horas, incluso cuando te cuesta sostenerte a vos de pie. Y pensaba, ¿no es esto lo que nos pasa a veces?
Ser Alegría (ver Intensamente) implica mantener siempre una sonrisa ante cualquier adversidad, celebrar los éxitos, ser optimistas y estar de buen humor. Excelente. Versión payasa, pilas, y meterle.
En el día a día también me descubro con este disfraz, pero que no me choca, porque es parte de quien soy y quien me gusta ser. Pero no siempre me copa estar 100% con él puesto, necesito reemplazos, planes b, c, d y etcs según la situación.
Hay momentos en que por más que no quieras, necesitás ser ese personaje para alguien más, alguien que necesita que lo escuchen, lo entiendan, o simplemente, estén.
Hay momentos en que uno cree necesario este disfraz, aunque por dentro está quebrándose, que no se puede sostener a él/ella mismo/a, y es cuando necesita sacarse el disfraz.
Pero, bancá. Para quienes te conocen, te reconocen por ese disfraz, el de Alegría, el que mostrás a diario y del cual ellos ya te acostumbraron... ¿sabrán reconocerte en otro disfraz?

Otras veces, cuando  las cosas no resultan como esperábamos, podemos caer a la gran "¿y ahora de qué me disfrazo?".

En el caso de la Fiesta de Disfraces, una suele caer en la mini crisis del "qué me pongo". Porque por lo visto, es natural, una célula cerebral que te quema el bocho hasta el día de la fiesta. Entonces, si vas con amigos, consultás.
El tema es saber definirse.
Entré en una página y me aparecieron mil opciones. Y categorías.
¿¿Por dónde empiezo?? O más importante, ¿qué quiero ser?
Elegir esta última me fue más complicada. Cómo sé qué quiero ser,  si no sé si me va a gustar el resultado final? ¿Y si los demás me perciben distinto a como me percibo yo?
¿Quiero parecer tierna como una princesa? ¿Quiero ser fuerte como una heroína? ¿Quiero hacerme la sexo, drogas y rock and roll con lo sado? (NO, no me disfracé así, jaja. ¿Te imaginás? La subo a Fb y mi viejo se desmaya). 

El poder ser cualquiera, con sus atributos, es MEGA tentador. ¿Por qué te pensás que hoy en día siguen garpando las fiestas de disfraces? Te ponés lo que quieras, tirás un chamuyo asociado a tu disfraz, o al disfraz del que tengas enfrente y estás hecho. Simple. Directo. Sin vueltas. Porque tenés tu disfraz o tu máscara que te potencia desde todos los ángulos, a que seas eso de lo que te disfrazaste o eso que querés ser pero no te da lugar para tener dos disfraces a la vez. Entonces elegís, aunque sea por unas horas.

Las máscaras y los disfraces están buenos, pero no para toda la vida. 
Mi disfraz más juzgado y criticado fue el de "monjita" (es un mix, ya tiene variaciones). Lejos está de Lali en Esperanza Mía. Lejísimos. El ir a misa, el haber estado en grupso de Confirmación, hace automáticamente que no me divierta, que no salga, que no me gusten muchas cosas de mi edad, que prejuzgo o no acepto mil cosas como la iglesia del siglo XV.
Por otro lado, vi que está el disfraz de "pura noche, pura joda". Ver fotos de Facebook en boliches, o salidas, hace instantáneamente que se sienta como que salgo, la exploto, y hago cualquiera. Si a eso le sumamos "ah, tenés 22 y te gustan los boliches...". Chau. 
Es un 180°.
¿Cómo es que tengo dos disfraces tan contrastantes, pero no puedo tener sólo uno? ¿El propio?

¿Será que a veces puestos disfraces o máscaras de algo que no somos o algo que querríamos ser?

Una vez leí un libro que me pareció genial y del cual después tuve que dar orales: "La máscara de los miedos". Amé. 
En él se comentaba que la conciencia es pensar (percepción), sentir (sensibilidad) y actuar. Alguien que logra que lo que hace y dice sea expresión de lo que sea y piensa, esa persona es coherente. Uno debe tener identidad y coherencia, es decir, pensar, sentir y actuar en armonía. El miedo afecta el centro de nuestra identidad. 
En realidad, hay un solo miedo: el miedo a perder. Se disfraza de distintas maneras, afecta y me achica, generando inseguridades, no nos deja desarrollarnos y nos atrapa.
Chan! Me sentí identificada. ¿Será que usé máscaras y ni siquiera me daba cuenta? ¿O sólo me protegí en momentos claves, antes de encarar como hubiera querido?

Dicen que existen 3 tipos de máscaras, y de cada una, se desprenden ciertos comportamientos:
-Rigidez (percepción y conciencia): toda persona rígida en la manera de pensar es miedosa, es una manera cerrada de ver la realidad, no se abre a la posibilidad de otra alternativa, no la conoce, no sabe si la puede cambiar, no dialoga, polemiza. Siempre va a haber suposición. Se cierra porque le da seguridad, tiene miedo a perder, pero es personal. La rigidez crea:
  • División/Ideología: no crea  unidad. Es una manera cerrada de ver la realidad. "Ésta es tu manera y ésta es mía". De ahí vienen los fanatismos. "O pensás como yo o no pensás como yo". Es más bien el miedo a uno mismo, a no saber si puedo cambiar o  adoptar algo de la otra parte, entonces me cierro. Afecta a nuestra conciencia. La persona parece muy segura pero no. cuando se instala en mi mente, crea una ideología: una manera cerrada de ver las cosas, de pensar y entender la realidad. Las personas atrapadas por una ideología no dialoga, "lo que yo creo es la verdad", "lo mío es lo mejor".
  • Complejos: Es una manera cerrada de verse a uno mismo.
    • Superioridad--vos me conociste así, no voy a cambiar, si no te gusta, te vas. es creer que lo que yo soy está bien y basta. "no quiero". Esas personas son agresivas.
    • Inferioridad--"no mira, en la vida hay dos tipos de personas:  los que nacen con estrellas, y los que nacimos estrellados". Siempre buscan un motivo para ponerse como víctimas. Son los que dicen "no puedo". 
Miedo a aceptar un cambio. "Lo que cambia perdura, lo que no cambia", perece. Esto se da en todos los órdenes de la vida.
  • Esclerosis: es una manera cerrada de actuar, la persona que hace las cosas de una manera y les da seguridad, los hace sentir bien, no se abren a los cambios y lo nuevo. "Justifica tus limitaciones y siempre las tendrás".
-Apego (sensibilidad y corazón): aferrarnos a las cosas porque nos dan seguridad y nos hacen sentir bien, quedarnos atrapados en las cosas y que esté todo bien. Produce:
  • Dependencia: dependo de esas cosas o realidades que nos dan seguridad, y nos hacen sentir bien. Si nos faltan, nos hacen sentirnos mal. Si nuestra sensibilidad es así de frágil, nos lleva a la dependencia, es un peligro.  Le tengo miedo a la vida, que la vida me sorprenda con situaciones que no sé cómo manejar y no voy a poder, y como no puedo trato de crear un mundo alterno para que la realidad no me haga daño. Como uno se atrapa en esas sensibilidades materiales o apego, se siente bien. Las pequeñas  y grandes metas llegan con el tiempo cuando sostengo la insistencia.
  • Apego a satisfacciones: cuando nos apegamos a las ilusiones, no siempre se dan, se quiere forzar la realidad para que sea como ella o él quiere, haciendo trampa. No nos abrimos a la vida. Puede afectar el área del corazón y es el afecto a las satisfacciones: apego a las cosas, si faltan o rompen las cosas ya no estoy bien. Mi inestabilidad depende de cosas externas. El apego a las satisfacciones lastima el corazón.
  • Apego a seguridades: tratar de que no hacer nada hasta no tener todo seguro. Se quiere tener la seguridad plena. Pero tenemos que desapegarnos para avanzar, correr el riesgo, no dejarnos atraparnos. Una variable es: por cuidar la seguridad (familiar, económica, etc.), ponemos tanto tiempo y energía que descuidamos otras cosas más fundamentales y esenciales. Buscando seguridades uno se hace adicto al trabajo. Que ponga empeño pero que descuide la interioridad, porque el precio que estoy pagando es mi propia vida.
-Desconfianza de uno mismo (expresión y conciencia): justificamos diciendo "yo no puedo", "no soy suficiente". La desconfianza debilita porque no me arriesgo a hacer o a decir, por miedo a los demás.
  • Es miedo a que los demás me rechacen, a no ser exitoso, por el qué dirán. Cuando uno tiene desconfianza interior no se arriesga por lo que los demás pueden decir. La desconfianza debilita porque me cierra, y se acentúa el qué dirán de los demás. Está instalada en el actuar.
  • Indecisión: miedo a equivocarme, "prefiero no hacer porque si decido o me equivoco qué van a decir de mí". Se produce la incertidumbre.
  • Inseguridad: miedo a perder, hace que no haga. No permite que ponga toda mi fuerza a hacer, que porque por miedo a perder, no hago.
Entre los 3, las personas cerradas en manera de pensar (ideología) tiene una ilusión de que las cosas se darán de la forma en que ella lo cree, y cuando ésto no sucede, tiene una indecisión que no sabe cómo manejarse. La persona que tiene complejos y está cerrada en la forma de verse a sí misma se aferra a cosas que la hacen sentir y estar bien, y no entregará su corazón por miedo a sufrir y se va a quedar. Si se entrega a la esclerosis, manera cerrada de hacer las cosas, irá a lo seguro y no irá más allá, y cualquier nueva propuesta le dará inseguridad.

¿Y entonces?

¿Por qué nos ponemos máscaras? Para sentirnos aceptados. Muchas veces, las usamos como barreras para protegernos de quienes creemos que somos. Después, un día quedamos atrapados tras las barreras y ya no podemos salir. Pero al ponernos máscaras, nos limitamos, ya sea en pensamiento, actitudes o acciones que realizamos, y así no nos mostramos tal cual somos.

¿Por qué sacarnos las máscaras? Para que descubramos esa sensación de libertad, de levedad y de autenticidad interior que podemos obtener si nos atrevemos a quitárnosla. Si lo hacemos, lograremos proyectar el atractivo que tiene una persona que se muestra tal como es, que abre su corazón y que expresa sus emociones sin temor a ser juzgada.
"El conocimiento de uno mismo puede matar al dragón del miedo y de la duda".


Con respecto al miedo en general, veo que es un factor presente pero se dio con distinta intensidad según la edad que transitaba y la  problemática con la que me encontraba.
Con respecto a la rigidez, se dio desde el ámbito académico, con dos contrastes fuertes. 

Por un lado, mediante la rigidez en mentalidad, respecto a cómo en mi cabeza todo tiene un orden lógico y secuencial, el modo de organizar y hacer las cosas, desde el estudio o el armado de trabajos prácticos en equipo, donde he tendido a influir bastante para que tomen el curso que yo creía era el mejor. 
Y por otro lado, con el complejo  de inferioridad y de desconfianza en uno mismo, en creer de mí misma que no podría ser más de lo que soy, ej: “cómo voy a estudiar alguna ingeniería? Yo sé que no me da para ingeniería”. "¿Por qué se fijarían en mí, si está lleno de minones posta?"

Respecto al apego, me suelo aferrar a las situaciones o personas. Personalmente, me pasó con un novio, que a pesar de que supiera que la relación “no daba para más”, seguía con él, tratando de buscarle la vuelta, cambiar de él las cosas que no me gustaran, como para conformarme. Mi miedo, ante esta situación, es al qué pasa después. “Si corto la relación, me quedo sola. ¿Y si no le gusto a nadie? ¿Y si no me vuelvo a enamorar? O peor, ¿si nadie se enamora de mí, o nadie más me va a amar de esa manera? Terrible. 

A su vez, el tema de los cambios, el  no saber qué vendrá, es un tema que incluso corporalmente me angustia mucho. Casualmente, este año fue un año de cambios, en cuanto a:
  • Las relaciones amorosas (ver párrafo anterior),
  • Lo laboral: terminé una pasantía de un año, en un ambiente en el cual me sentía muy cómoda, ya conocía a todos, sabía cómo hacer mi trabajo correctamente, pero no sabía si habría oportunidades de crecimiento.
  • El estudio: Administración de Empresas, si bien me fue muy útil por los últimos 3 años, pude ver que no era lo que me llenaba, no me daba esa alegría de decir “qué buena está mi carrera” o “me encanta lo que elegí”, como veía que le pasaba a mis amigas. Me sentía bastante disconforme de acuerdo avanzaba en las materias.

Como bien decía el autor, descubrí que tenemos que desapegarnos para avanzar, tenemos que correr el riesgo, no dejarnos atrapar. 
Si quiero lograr un crecimiento personal, laboral e intelectual, debo dar un salto a los desconocido para no quedarme en el “¿qué hubiera pasado si…?”.
Pero como bien vimos, todos los miedos se conectan en algún punto. Tanto la rigidez como el apego se conectan a la desconfianza de uno mismo: no me arriesgo a hacer o a decir, por miedo al qué dirán, o bien, a fracasar. Muchas veces me replanteé el tema de la carrera, pero me quedaba indecisa, me refrenaba lo que dirían mis amigos y mi familia, sumado al hecho de que si tampoco me gustaba lo que iba a elegir, no tenía idea de nada, quizá estaba cometiendo un gran error al pasarme de carrera y perdía más de lo que ganaba.


En conclusión, el miedo nos hace personas inseguras atadas a una seguridad equivocada que sólo se rige por nuestra manera de pensar y se niega a la posibilidad de abrirse a pensamientos de quienes nos rodean, los cuales podrían aportarnos y ayudarnos a crecer como personas.
"Valiente no es el que no tiene miedo, sino el que tiene miedo pero lo enfrenta".

El cobarde es el que no da ni un paso sin garantías de que no corre riesgos. El valiente sabe que nunca hay garantías de nada. El cobarde solo apuesta cuando sabe que va a ganar. El valiente es el que apuesta aun sabiendo que puede perder.
El amor es una fuerza poderosa, te transforma, te libera y te abre puertas. El amor es una llave, nos da el valor de dejar de esperar que no haya miedos porque…. miedo, temor, siempre habrá.
Está bien sentir miedo, pero un miedo sano que incentiva a superarlo, a seguir adelante.
Hay una manera de vencer el miedo y es cultivando la paz interior. "Vos ganás fortaleza, coraje y confianza en vos mismo/a cada vez que te detenés y mirás al miedo en la cara. Vos tenés que hacer lo que pensás que no podés hacer".
Para superar los miedos, hay que vencerlos a través de la acción, reconocerlos, razonarlos, encararlos y enfrentarlos, evitar las ideas de alarma que ellos suscitan en nosotros, poner las ideas contrarias, y los sentimientos contrarios: de valor, de seguridad, de optimismo de alegría.
"Aunque nadie puede volver atrás y lograr un nuevo comienzo, cualquiera puede empezar ahora y lograr un nuevo final".

Y vos, ¿de qué te vas a disfrazar hoy?