Fiesta de Disfraces

Digamos que me tomé una semana de vacaciones mentales...but I'm back! 
El otro día tuve dos eventos claves, ambos el mismo día. De día tenía que mostrar alegría, motivación, contagio, ganas, carisma, y derivados. De  noche, seguridad, sensualidad, buena onda, "ganas de divertirme", y derivados propios a la noche y la joda.

Fue agotador. Física y mentalemente. Y me dio a la reflexión...¿y si la vida fuera una fiesta de disfraces?
Te invito a pensarlo en cada etapa de tu día, tu semana, o tu vida.

Cuando se presentó el tema de la colecta, ya sabía que necesitaba mostrar, hacer y transmitir. Me resulta fácil: es ser yo pero AL MANGO. Cebada. Sacada. Extremo. Pero sin pasar el límite de ser pesada o densa. Sin jedearla. Cute but not that much. El tema es sostenerlo, por horas, incluso cuando te cuesta sostenerte a vos de pie. Y pensaba, ¿no es esto lo que nos pasa a veces?
Ser Alegría (ver Intensamente) implica mantener siempre una sonrisa ante cualquier adversidad, celebrar los éxitos, ser optimistas y estar de buen humor. Excelente. Versión payasa, pilas, y meterle.
En el día a día también me descubro con este disfraz, pero que no me choca, porque es parte de quien soy y quien me gusta ser. Pero no siempre me copa estar 100% con él puesto, necesito reemplazos, planes b, c, d y etcs según la situación.
Hay momentos en que por más que no quieras, necesitás ser ese personaje para alguien más, alguien que necesita que lo escuchen, lo entiendan, o simplemente, estén.
Hay momentos en que uno cree necesario este disfraz, aunque por dentro está quebrándose, que no se puede sostener a él/ella mismo/a, y es cuando necesita sacarse el disfraz.
Pero, bancá. Para quienes te conocen, te reconocen por ese disfraz, el de Alegría, el que mostrás a diario y del cual ellos ya te acostumbraron... ¿sabrán reconocerte en otro disfraz?

Otras veces, cuando  las cosas no resultan como esperábamos, podemos caer a la gran "¿y ahora de qué me disfrazo?".

En el caso de la Fiesta de Disfraces, una suele caer en la mini crisis del "qué me pongo". Porque por lo visto, es natural, una célula cerebral que te quema el bocho hasta el día de la fiesta. Entonces, si vas con amigos, consultás.
El tema es saber definirse.
Entré en una página y me aparecieron mil opciones. Y categorías.
¿¿Por dónde empiezo?? O más importante, ¿qué quiero ser?
Elegir esta última me fue más complicada. Cómo sé qué quiero ser,  si no sé si me va a gustar el resultado final? ¿Y si los demás me perciben distinto a como me percibo yo?
¿Quiero parecer tierna como una princesa? ¿Quiero ser fuerte como una heroína? ¿Quiero hacerme la sexo, drogas y rock and roll con lo sado? (NO, no me disfracé así, jaja. ¿Te imaginás? La subo a Fb y mi viejo se desmaya). 

El poder ser cualquiera, con sus atributos, es MEGA tentador. ¿Por qué te pensás que hoy en día siguen garpando las fiestas de disfraces? Te ponés lo que quieras, tirás un chamuyo asociado a tu disfraz, o al disfraz del que tengas enfrente y estás hecho. Simple. Directo. Sin vueltas. Porque tenés tu disfraz o tu máscara que te potencia desde todos los ángulos, a que seas eso de lo que te disfrazaste o eso que querés ser pero no te da lugar para tener dos disfraces a la vez. Entonces elegís, aunque sea por unas horas.

Las máscaras y los disfraces están buenos, pero no para toda la vida. 
Mi disfraz más juzgado y criticado fue el de "monjita" (es un mix, ya tiene variaciones). Lejos está de Lali en Esperanza Mía. Lejísimos. El ir a misa, el haber estado en grupso de Confirmación, hace automáticamente que no me divierta, que no salga, que no me gusten muchas cosas de mi edad, que prejuzgo o no acepto mil cosas como la iglesia del siglo XV.
Por otro lado, vi que está el disfraz de "pura noche, pura joda". Ver fotos de Facebook en boliches, o salidas, hace instantáneamente que se sienta como que salgo, la exploto, y hago cualquiera. Si a eso le sumamos "ah, tenés 22 y te gustan los boliches...". Chau. 
Es un 180°.
¿Cómo es que tengo dos disfraces tan contrastantes, pero no puedo tener sólo uno? ¿El propio?

¿Será que a veces puestos disfraces o máscaras de algo que no somos o algo que querríamos ser?

Una vez leí un libro que me pareció genial y del cual después tuve que dar orales: "La máscara de los miedos". Amé. 
En él se comentaba que la conciencia es pensar (percepción), sentir (sensibilidad) y actuar. Alguien que logra que lo que hace y dice sea expresión de lo que sea y piensa, esa persona es coherente. Uno debe tener identidad y coherencia, es decir, pensar, sentir y actuar en armonía. El miedo afecta el centro de nuestra identidad. 
En realidad, hay un solo miedo: el miedo a perder. Se disfraza de distintas maneras, afecta y me achica, generando inseguridades, no nos deja desarrollarnos y nos atrapa.
Chan! Me sentí identificada. ¿Será que usé máscaras y ni siquiera me daba cuenta? ¿O sólo me protegí en momentos claves, antes de encarar como hubiera querido?

Dicen que existen 3 tipos de máscaras, y de cada una, se desprenden ciertos comportamientos:
-Rigidez (percepción y conciencia): toda persona rígida en la manera de pensar es miedosa, es una manera cerrada de ver la realidad, no se abre a la posibilidad de otra alternativa, no la conoce, no sabe si la puede cambiar, no dialoga, polemiza. Siempre va a haber suposición. Se cierra porque le da seguridad, tiene miedo a perder, pero es personal. La rigidez crea:
  • División/Ideología: no crea  unidad. Es una manera cerrada de ver la realidad. "Ésta es tu manera y ésta es mía". De ahí vienen los fanatismos. "O pensás como yo o no pensás como yo". Es más bien el miedo a uno mismo, a no saber si puedo cambiar o  adoptar algo de la otra parte, entonces me cierro. Afecta a nuestra conciencia. La persona parece muy segura pero no. cuando se instala en mi mente, crea una ideología: una manera cerrada de ver las cosas, de pensar y entender la realidad. Las personas atrapadas por una ideología no dialoga, "lo que yo creo es la verdad", "lo mío es lo mejor".
  • Complejos: Es una manera cerrada de verse a uno mismo.
    • Superioridad--vos me conociste así, no voy a cambiar, si no te gusta, te vas. es creer que lo que yo soy está bien y basta. "no quiero". Esas personas son agresivas.
    • Inferioridad--"no mira, en la vida hay dos tipos de personas:  los que nacen con estrellas, y los que nacimos estrellados". Siempre buscan un motivo para ponerse como víctimas. Son los que dicen "no puedo". 
Miedo a aceptar un cambio. "Lo que cambia perdura, lo que no cambia", perece. Esto se da en todos los órdenes de la vida.
  • Esclerosis: es una manera cerrada de actuar, la persona que hace las cosas de una manera y les da seguridad, los hace sentir bien, no se abren a los cambios y lo nuevo. "Justifica tus limitaciones y siempre las tendrás".
-Apego (sensibilidad y corazón): aferrarnos a las cosas porque nos dan seguridad y nos hacen sentir bien, quedarnos atrapados en las cosas y que esté todo bien. Produce:
  • Dependencia: dependo de esas cosas o realidades que nos dan seguridad, y nos hacen sentir bien. Si nos faltan, nos hacen sentirnos mal. Si nuestra sensibilidad es así de frágil, nos lleva a la dependencia, es un peligro.  Le tengo miedo a la vida, que la vida me sorprenda con situaciones que no sé cómo manejar y no voy a poder, y como no puedo trato de crear un mundo alterno para que la realidad no me haga daño. Como uno se atrapa en esas sensibilidades materiales o apego, se siente bien. Las pequeñas  y grandes metas llegan con el tiempo cuando sostengo la insistencia.
  • Apego a satisfacciones: cuando nos apegamos a las ilusiones, no siempre se dan, se quiere forzar la realidad para que sea como ella o él quiere, haciendo trampa. No nos abrimos a la vida. Puede afectar el área del corazón y es el afecto a las satisfacciones: apego a las cosas, si faltan o rompen las cosas ya no estoy bien. Mi inestabilidad depende de cosas externas. El apego a las satisfacciones lastima el corazón.
  • Apego a seguridades: tratar de que no hacer nada hasta no tener todo seguro. Se quiere tener la seguridad plena. Pero tenemos que desapegarnos para avanzar, correr el riesgo, no dejarnos atraparnos. Una variable es: por cuidar la seguridad (familiar, económica, etc.), ponemos tanto tiempo y energía que descuidamos otras cosas más fundamentales y esenciales. Buscando seguridades uno se hace adicto al trabajo. Que ponga empeño pero que descuide la interioridad, porque el precio que estoy pagando es mi propia vida.
-Desconfianza de uno mismo (expresión y conciencia): justificamos diciendo "yo no puedo", "no soy suficiente". La desconfianza debilita porque no me arriesgo a hacer o a decir, por miedo a los demás.
  • Es miedo a que los demás me rechacen, a no ser exitoso, por el qué dirán. Cuando uno tiene desconfianza interior no se arriesga por lo que los demás pueden decir. La desconfianza debilita porque me cierra, y se acentúa el qué dirán de los demás. Está instalada en el actuar.
  • Indecisión: miedo a equivocarme, "prefiero no hacer porque si decido o me equivoco qué van a decir de mí". Se produce la incertidumbre.
  • Inseguridad: miedo a perder, hace que no haga. No permite que ponga toda mi fuerza a hacer, que porque por miedo a perder, no hago.
Entre los 3, las personas cerradas en manera de pensar (ideología) tiene una ilusión de que las cosas se darán de la forma en que ella lo cree, y cuando ésto no sucede, tiene una indecisión que no sabe cómo manejarse. La persona que tiene complejos y está cerrada en la forma de verse a sí misma se aferra a cosas que la hacen sentir y estar bien, y no entregará su corazón por miedo a sufrir y se va a quedar. Si se entrega a la esclerosis, manera cerrada de hacer las cosas, irá a lo seguro y no irá más allá, y cualquier nueva propuesta le dará inseguridad.

¿Y entonces?

¿Por qué nos ponemos máscaras? Para sentirnos aceptados. Muchas veces, las usamos como barreras para protegernos de quienes creemos que somos. Después, un día quedamos atrapados tras las barreras y ya no podemos salir. Pero al ponernos máscaras, nos limitamos, ya sea en pensamiento, actitudes o acciones que realizamos, y así no nos mostramos tal cual somos.

¿Por qué sacarnos las máscaras? Para que descubramos esa sensación de libertad, de levedad y de autenticidad interior que podemos obtener si nos atrevemos a quitárnosla. Si lo hacemos, lograremos proyectar el atractivo que tiene una persona que se muestra tal como es, que abre su corazón y que expresa sus emociones sin temor a ser juzgada.
"El conocimiento de uno mismo puede matar al dragón del miedo y de la duda".


Con respecto al miedo en general, veo que es un factor presente pero se dio con distinta intensidad según la edad que transitaba y la  problemática con la que me encontraba.
Con respecto a la rigidez, se dio desde el ámbito académico, con dos contrastes fuertes. 

Por un lado, mediante la rigidez en mentalidad, respecto a cómo en mi cabeza todo tiene un orden lógico y secuencial, el modo de organizar y hacer las cosas, desde el estudio o el armado de trabajos prácticos en equipo, donde he tendido a influir bastante para que tomen el curso que yo creía era el mejor. 
Y por otro lado, con el complejo  de inferioridad y de desconfianza en uno mismo, en creer de mí misma que no podría ser más de lo que soy, ej: “cómo voy a estudiar alguna ingeniería? Yo sé que no me da para ingeniería”. "¿Por qué se fijarían en mí, si está lleno de minones posta?"

Respecto al apego, me suelo aferrar a las situaciones o personas. Personalmente, me pasó con un novio, que a pesar de que supiera que la relación “no daba para más”, seguía con él, tratando de buscarle la vuelta, cambiar de él las cosas que no me gustaran, como para conformarme. Mi miedo, ante esta situación, es al qué pasa después. “Si corto la relación, me quedo sola. ¿Y si no le gusto a nadie? ¿Y si no me vuelvo a enamorar? O peor, ¿si nadie se enamora de mí, o nadie más me va a amar de esa manera? Terrible. 

A su vez, el tema de los cambios, el  no saber qué vendrá, es un tema que incluso corporalmente me angustia mucho. Casualmente, este año fue un año de cambios, en cuanto a:
  • Las relaciones amorosas (ver párrafo anterior),
  • Lo laboral: terminé una pasantía de un año, en un ambiente en el cual me sentía muy cómoda, ya conocía a todos, sabía cómo hacer mi trabajo correctamente, pero no sabía si habría oportunidades de crecimiento.
  • El estudio: Administración de Empresas, si bien me fue muy útil por los últimos 3 años, pude ver que no era lo que me llenaba, no me daba esa alegría de decir “qué buena está mi carrera” o “me encanta lo que elegí”, como veía que le pasaba a mis amigas. Me sentía bastante disconforme de acuerdo avanzaba en las materias.

Como bien decía el autor, descubrí que tenemos que desapegarnos para avanzar, tenemos que correr el riesgo, no dejarnos atrapar. 
Si quiero lograr un crecimiento personal, laboral e intelectual, debo dar un salto a los desconocido para no quedarme en el “¿qué hubiera pasado si…?”.
Pero como bien vimos, todos los miedos se conectan en algún punto. Tanto la rigidez como el apego se conectan a la desconfianza de uno mismo: no me arriesgo a hacer o a decir, por miedo al qué dirán, o bien, a fracasar. Muchas veces me replanteé el tema de la carrera, pero me quedaba indecisa, me refrenaba lo que dirían mis amigos y mi familia, sumado al hecho de que si tampoco me gustaba lo que iba a elegir, no tenía idea de nada, quizá estaba cometiendo un gran error al pasarme de carrera y perdía más de lo que ganaba.


En conclusión, el miedo nos hace personas inseguras atadas a una seguridad equivocada que sólo se rige por nuestra manera de pensar y se niega a la posibilidad de abrirse a pensamientos de quienes nos rodean, los cuales podrían aportarnos y ayudarnos a crecer como personas.
"Valiente no es el que no tiene miedo, sino el que tiene miedo pero lo enfrenta".

El cobarde es el que no da ni un paso sin garantías de que no corre riesgos. El valiente sabe que nunca hay garantías de nada. El cobarde solo apuesta cuando sabe que va a ganar. El valiente es el que apuesta aun sabiendo que puede perder.
El amor es una fuerza poderosa, te transforma, te libera y te abre puertas. El amor es una llave, nos da el valor de dejar de esperar que no haya miedos porque…. miedo, temor, siempre habrá.
Está bien sentir miedo, pero un miedo sano que incentiva a superarlo, a seguir adelante.
Hay una manera de vencer el miedo y es cultivando la paz interior. "Vos ganás fortaleza, coraje y confianza en vos mismo/a cada vez que te detenés y mirás al miedo en la cara. Vos tenés que hacer lo que pensás que no podés hacer".
Para superar los miedos, hay que vencerlos a través de la acción, reconocerlos, razonarlos, encararlos y enfrentarlos, evitar las ideas de alarma que ellos suscitan en nosotros, poner las ideas contrarias, y los sentimientos contrarios: de valor, de seguridad, de optimismo de alegría.
"Aunque nadie puede volver atrás y lograr un nuevo comienzo, cualquiera puede empezar ahora y lograr un nuevo final".

Y vos, ¿de qué te vas a disfrazar hoy?

1 comentario:

  1. Ojalá en la vida nadie usase disfraz para descubrir a cada uno como es!!!
    Los que te encasillan en algo, sin intentar conocerte o descubrirte los considero débiles de sentimientos hacia el prójimo! !!
    No uses disfraz, para que cada uno pueda descubrirte tal cual sos, una persona con un corazón gigante y llena de amor para dar y dar! !!

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