Un mambito dando vueltas

Si hoy veo nuevamente el título del blog, me retomo a la primera vez que escuché a otra persona decir lo que a veces pensaba: todos tenemos un mambito dando vueltas.
¿De dónde? Easy, breezy, beautiful (CoverGirl): Malena Pichot en sus inicios. De lo dejo acá, por si tenés 5' extras.
Decir que la conocí al año, ponele, el verano que egresé del colegio.
TANTO tiempo libre, ya no sabía qué hacer: mil juntadas, mil salidas, pileteadas, idas a clubs, boliches, vacaciones familiares, joda con amigas. Deportes.
¿Cuándo en la vida clavé tanto deporte y gimnasio? Estaba bárbara. O quiero creer.
En realidad nunca me lo creí, y pienso hoy en día, si tuviera, por ejemplo, el peso que tenía en el 2010, chau...
Pero ma' per qué?

El otro día salimos con una amiga a un boliche nuevo, topíshimo para la versión Zona Norte, que quede cerca, y la gente es como uno, un chico bien. Muy como en el video de la Loca de Mierda, podés terminar clasificando el público del boliche.
Qué se yo, llegamos, y como me saqué los anteojos, no veía una goma a menos que sea de cerca.

Igual, ojo. AMO mis anteojos Infinit. Son EL modelo.
Por 10 años tuve el mismo modelo estándar recomendado por padres "para que no se noten tanto". Me gustaban. Pero como hace unos años empezó la moda hipster, los anteojos were back on, bitches! Y así, los lentes con marcos grandes se instalaron en sociedad.
Y como siempre, me seguía quedando atrasada en la moda, más allá de ahora ser un main target.
Digamos que la agarré un año más tarde. Cambié de obra social a Swiss Medical, y me dieron cobertura de unos lentes nuevos. Así. Enteros, nuevos. Dije chaaaau, es la mía.
Well not quite. Recorrí 5 ópticas por Martínez en busca de modelos y precios. El máximo del valor que cubrían los lentes era de $200, y el mínimo $90. Si no estás mucho en tema (y más, si sos mina), ¿te acordás de esos kits de bijeux que te venía coronita, perlas y a veces anteojos de plástico? Bueno, así eran. "Dejá, gracias. A ver mostrame modelos y vemos la diferencia". Digamos que los valores cambiaron, a poner una diferencia de entre $600 (sin tener en cuenta cristales de base en $300) hasta...fiu. Ni hablar. Me descubrí con modelos impensados, con vendedores elogiándome, y con gustos diversos y nuevos. Pero iba con una idea y nadie me la estaba dando.
Sólo en el último local encontré, tras ya haberme probado 7, los que me convencieron: Infinit Coquette
Product Image #AmarAFull. "Granite.Silver. Category: trendy".
Ya me puedo recibir. Tengo algo trendy de esa misma temporada (siempre caigo tarde).

Volviendo al boliche (by the way, es Barfly, por si lo ubican), en la fila, había pibas muy...top. Muy del tipo modelito de Facebook de ahora, bien a la moda, divinas, maquilladas y peinadas parecido, blazers a morir, zapatos de la temporada...Etc.
Un viernes me vengo yo al boliche? Me quería morir de sueño. "Chau, vinimos a bailar que no ganamos one", le dije a mi amiga. Repitamos: MI-NO-NES. Mal. Me re cohibí, a full.
Entramos. Cabina photobooth, muy Prom de USA. Una minita atendiendo y sacando las copias para entregarnos a cada una. Papel de entrada a cambio de tragos para la barra libre. Mesas de beerpong. Una lo-cu-ra. Muy yanquilandia, pero muy...previa? Se sintió así. Me pareció muy copada la idea, posta! Es decir, el boliche en sí, con toda la gente que iba temprano, "te hacía interactuar". No te quedaba otra. No daba pasarla de hermitáneo, y además, daba el ambiente para eso (desde la iluminación, la disposición del lugar, y la musicalización). Sólo después de las 2.30 am se puso más versión boliche. Buena música, buena onda, buenas luces, poco del humo ese que contratan. Todo garpaba.
Adivinen qué plus garpó? Sí. Nosotras. Lo ké? Nosotras. Entre tantos minones a morir, tanta rubia alta modelito, divina. Nosotras. Hablé con cualquier cantidad de pibes, me encararon (y lo digo con humildad) y sacaron a bailar otros tantos. Y yo quedé confundidísima. Yo entré con la idea de: ok, acá hay altos minones, ni en pedo nos dan bola. (·Aclaración a multitud: mi amiga también está buena, pero por sentido de amistad, hablo en plural. Para no quemarme sola, que caiga conmigo #IllBeThere4U) Pero pasó lo contrario. Y me sorprendí.

Entonces, volviendo al asunto en cuestión, ¿será que soy yo la que tiene un mambo conmigo misma?
Puede ser. O puede que no. La dieta también aporta. Lema de la campaña: "hasta Pampita no paro". O al menos, hasta estar con Vicuña. Veremos qué llega primero (#EsperaSentadaQuerida)

Mambitos miles, como este posteo. Pero vienen más. Específicos. Total, seguro, todos tenemos un #MambitoDandoVueltas.


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