Correr, un camino de ida

El año pasado fue el  primer intento. 
Me generó intriga, ganas, miedo. Pero por sobre todo, ganas de desafiarme.
Y el año pasado sí que fue un desafío.
Mientras, querido/a lector/a, vamos a ir poniendo música: 

Decidí ir a correr a la Quinta de Olivos. Nada wow, un lugar común. Empecé en el verano de 2014, con una amiga.
Y ahí, entendí todo. Mi estado físico equivalía a un flan. Pero me RE costó por meses. Primero, eran 4 cuadras que podía hacer seguidas corriendo. CUATRO. Nada. El resto se caminaba a full.
No sé si es que los días de verano estaban pesados (o yo estoy más pesada), pero fue durísimo.
A lo mejor tenía la fantasía de que ya estaba tan entrenada, por haber corrido en  el colegio, que esperaba que fuera facilísimo, pero no.
Previo a correr, nunca me había puesto a pensar el qué ponerme. La remera chota y un short. Tranca. 
Aproveché y me bajé aplicaciones, todo como para mantenerme motivada. Nike+ Running era mi nuevo BFF. Te decía que te contabilizaba todo, otros te alentaban, tenías un playlist que podías regular, te hablaba la voz cuando hacías un kilómetro. Ya estaba. Rocky un poroto.
De a poco, fui poniendo metas. Puntos de llegada. Iba caminando hasta la quinta (15 cuadras) a paso acelerado, como para ir entrando en calor. Ahí, en la esquina, empezaba a correr, a ver hasta dónde llegaba. 
Pero... ¿viste que los que corren posta te dicen que en un momento cambiás la respiración?
Bueno, yo la cambio: paso de una persona que respira normal a una asmática a punto de morir. 
Y esto pasaba cuando corría apenas media cuadra.

Ya en la primera corrida la respiración se me notaba bastante agitada. Igual no sé si era por el ejercicio o porque en la quinta donde estaba corriendo, del lado contrario venía un pibe que estaba fuertísimo. Me lo crucé mil veces. Cada vuelta que él pasaba yo estaba en un estado más patético. Chivada. Colorada. Despeinada. Tuve la fantasía de justo desmayarme cuando me lo cruzara, pero, a lo mejor, seguía de largo o me saltaba como si fuese un obstáculo. El muchacho venía muy concentrado y yo muy chivada. Motivaciones si las habrá.

Al mes de salir a correr bastante seguido logré llegar a la mitad de uno de los interiores de la quinta. 
Una conquista increíble. 
Cada tanto, salíamos con mi amiga a "correr". Era más caminar, de la nada me hacía correr, escupía un pedazo de pulmón y rogaba arrastrarme el resto del camino.
¿Mencioné que la quinta tiene una subida enorme? BOE. No tan enorme versión vivo en San Francisco, pero es durísima si ya venís corriendo. Y es un placer bajarla, cuando venís con embión. Pero era más ponernos al día en cuestión de pibes que otra cosa. 
O te chimentás la vida, o no hablás en lo absoluto. 
Dos minas.
Seguro...

Siguiente mes de entrenamiento. Llegué a correr todo un lado y una cuadra sobre Libertador. Ya está. Era yo. De no poder respirar una cuadra, aguanté lo que para mí fueron 10k. Para la gente normal, serían...1, con suerte.
Estaba RE motivada. Seguí a full hasta que logré hacer todo un lado interno de la Quinta, y todo Libertador. Era yo. #VergüenzaCero
¿Un kilómetro y monedas? Usain Bolt cuidate.

Empecé la facultad, y de a poco, se fue perdiendo el entusiasmo. Digamos que cada vez más lo iba aplazando. En vez de días en la semana, para el finde. El finde se volvió a clases de baile. De clases de baile a estudio. De estudio a ....nada. Algo así como la dieta.
 (Memorandum de Diario de una Dieta)

Así lo abandoné por un año casi.
Este año que nos fuimos de vacaciones con amigas, aproveché el gym all inclusive. Dos semanas. Habré ido 5 veces.
Pero me sentía re power. Mal.
Será que me sentía ultra enérgica, o bien porque me lastré la vida en el verano y necesitaba mantenerme en forma. Pero salí a correr. Sola.

CORTAME LA MÚSICA. Nueva música que acompaña:
 (esta es pulenta para escuchar!)

De a poco, me fui dando cuenta de la importancia del valor propio. Digamos... una amiga me contaba que se tuneaba para ir a correr. Pensé al toque que era una boludez. 
Pero probando, mirándome más al espejo, le di importancia a mi apariencia, y todo lo que eso incluía.
  • El short adecuado: el problema clave de la gente como yo, es la experiencia vívida, esa que sentís en "carne y hueso" literal. El efecto rozamiento. Aquel que se da entre muslito y muslito porque no sos de las pocas que tienen "ese huequito". Ojalá fuera milimétrico, que existiera, pero no. Mis muslitos son muy amigos como para despegarse. #PaspadaForever
  • La remera: aquella que no te ahogue. El cuello es clave. Si es cuello redondo que sientas que no vas a morir por respirar dentro de una bolsa. Clave que tenga y encima suma el escote. Lo siento pero aunque sea a la hora de correr, todos fichamos.
  • La musculosa: si no sólo sufrís del efecto rozamiento en los muslitos, los brazos pueden experimentar algo parecido.Como cuando estaban de moda las musculosas con lentenjuelas,y al final de la noche tenías todo raspado.
  • La calza/los leggings: esa que no sientas que te queda cual matambre, pero te hace sentir sexy igual. Aquella que es versión chupín es mi preferida. Con la que tiene pata ancha no sé, me siento boluda. Como que se me levanta, me entra viento (para el verano es lo más, invierno te la regalo!). Y si en un día, no te sentiste fachera 100% (porque el Autoestima, siempre es un Subibaja), clavás una remera un poco más larga y te vas a correr.
  • Las medias: una amiga me dijo: "Never Ever usar medias blancas". Al parecer, tampoco 3/4. YA a comprar los zoquetes negros. En el verano, aproveché y me compré en el área de niños, un pack de 3, negros. Encima dicen R (right = derecha) y L (left = izquierda) para saber cuál es cuál. Amé. Eso sí, clave que no sean tan cortas, sino el efecto rozamiento del tobillo se estaría sumando a la lista.
  • El corpiño: clave que te quede bien. Ni grande porque todo ... está por ahí... volando (?) Ni chico, ya que, así como la remera al cuello, no te deja respirar. 
  • Las zapatillas: que sean posta para correr/caminar/trotar. Posta lo re sentís. En el empeine, en la punta de los dedos, en las piernas. La base lo es todo, más si después no querés trasladarte en culo patín por el resto de la vida.
  • El celular: ¿qué corno hacés con el aparato cuando corrés? Mirá si justo te llaman de ese mega laburo que esperabas. O el amor de tu vida te está por invitar a salir. ¿Y qué catzo escuchás mientras corrés? ¿Los pájaros? ¿Los autos? ¿TUS PENSAMIENTOS? No. Indispensable saber qué hacer con esto. Algunos leggings hoy en día lo pensaron y agregan bolsillo de almacenamiento en la cintura, atrás. ¿Supongo que era para eso no? Clave mi próxima adquisición: el cosito para el celu en el brazo. Empezaron pulenta con los iphones, pero por suerte Samsung se está sumando a la movida.
Sentirse linda, inclusive corriendo, también motiva.

Empecé de a poco, como siempre, empujando para ver hasta dónde había quedado. Supuse que iba a tenerr que empezar de cero, pero por suerte no fue así.

Mientras más le metía onda, más llegaba al límite máximo que tenía: correr toda la quinta, salvo 4 cuadras, que caminaba y respiraba.

Odié siempre ver a la gente que parecía que ni se esforzaba, que lo hacía natural. Lo disfrutan, relajados. Yo no les cría. Nada.
Odié al grupito de modelos. Ese que parece que salen de revista. Matchean todo el outfit. No transpiran. Pelo impecable.
Odié a la vieja que podía correr más que yo. Aunque fuera lento, su resistencia era insperable. La admiré. Y la odié. (Tanto odio, tanta cosa que suena a La Gimnasia y Yo)
Odié a la mujer +55 que vi correr en kangus. Eso ya fue el extremo.
Intenté ver si disfruto cuando corro o sólo espero que esté por escupir un pulmón y después empezar a caminar.
Con la dieta, con la excusa de que corro, me da menos culpa cuando como algo que sí me copa a full... no digo que no me da, sólo un poco menos. 
Pero los días de excusa...te liquidan. Hoy no porque:

  • no llego con el tiempo
  • tengo que hacer mil cosas
  • ah! justo llueve
  • ah! parece que va a llover, mirá si me agarra a la mitad
  • uy, está re feo
  • paja. Seguro hago abdominales en algún momento
  • porque NO.


Pero correr, también me dio un espacio para mí. Para pensar. PONELE que me relaja. Pero pienso mucho. En el  día, en las charlas, en lo que quiero, en lo que voy a hacer. Pero también pienso por qué corro:

 Gran motivador!

Cuando veo que no llego a mi meta, intento concentrarme en otra cosa, pensar en la respiración, en los metros que faltan, en los autos que pasan por al lado, en que correr me va a servir si algún día tengo que escapar de algo  o alguien, al menos 20 cuadras no me alcanzan (?), "amo correr, es muy divertido", fichar flacos mientras me pasan por al  lado, incluso en "¿qué estoy haciendo?". Simplemente otra cosa, algo que no sea que estoy por tener un ataque cardíaco.

Tuve un momento en que empecé a pasarla bien mientras trotaba y fue cuando estaba sonando, en mi random musical, Work Bitch, de Britney. Es como que fui al ritmo de la música y me copó. Y es así: ¡realmente disfruto correr!
#It'sBritneyBitch
Más allá de que mi voz interior esté a los gritos con el "no llego, no llego, no llego". Siempre se llega. Aunque sea arrastrada cual cuerpo a tierra. Porque siempre va a haber otra voz que te aliente a seguir. Esa que dice: "ya estás, vos podés, más fuerza, estás a nada".

Para terminar con la nota, les dejo un video inspiracional, con el cual me sentí ULTRA identificada con cada voz.
Encontrá la tuya!:

Pd. si te copó, compartí el material! Comentalo! Amalo! 


3 comentarios:

  1. Belu Catalá Cepparo11 de julio de 2015, 18:52

    "el rozamiento muslito-muslito" es TT

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  2. Belu Catalá Cepparo11 de julio de 2015, 18:54

    jajaja me gustaría conocer a esa amiga tuya, parece copada

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  3. volpo amo tus posts.. me alegras el día Emoticono grin

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